La alarma crece en los Estados Unidos ante el incremento de muertes a causa de un parásito microscópico bautizado como Naeglesria fowleri que vive en aguas dulces y cálidas y que se introduce en el cuerpo humano a través de la nariz para devorar el cerebro de las víctimas hasta provocarles la muerte.
Según publica la prensa estadounidense, el último año, la ameba –hasta ahora rara- ha matado a seis niños y jóvenes en Estados Unidos, la mayor cantidad de fallecidos por esta causa (entre 1995 y 2004 fallecieron 23 personas).
Los expertos estiman que debido al cambio climático, el número de infectados podría crecer, la que esta ameba vive y se desarrolla en el calor. Michael Beach, especialista del Centro de Control y Prevención de enfermedades estadounidenses dijo al Washington Post que “si la temperatura aumenta, se encontrará mejor”.
Este parásito suele encontrarse en lagos, charcas, aguas industriales o piscinas descuidadas y con poco cloro.
Este parásito suele encontrarse en lagos, charcas, aguas industriales o piscinas descuidadas y con poco cloro.
La infección se produce cuando el agua donde reside la ameba ascienda por la nariz. Una vez en el cuerpo, devora las mucosas, sube hasta el cerebro, donde se instala y se alimenta de células cerebrales.
Los primeros síntomas son dolores de cabeza, fiebre, rigidez en el cuello y en casos más avanzados, alucinaciones o cambios en el comportamiento. En menos de una semana el paciente puede entrar en coma y morir.
Hasta el momento no se conoce un tratamiento eficaz y son pocas las posibilidades de sobrevivir una vez iniciada la infección.
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